A 50 años de la muerte de uno de los grandes coreógrafos del repertorio clásico como es el sudafricano John Cranko, quien creara bajo la dirección del Ballet de Stuttgart, grandes obras como Onegin, La fierecilla y Romeo y Julieta. Hoy Ballet de Santiago, inicia el año 2023 con una de las obras que es el arquetipo de las tragedias románticas, la historia de los dos amantes de Verona que deciden morir antes que vivir separados debido a las rivalidades familiares de los Montescos y Capuletos.
Se hace especial el título si pensamos que se presenta en la misma semana del Día internacional del libro, fecha que está inspirada, entre otras, por el nacimiento de William Shakespeare, dramaturgo que produce esta desventura literaria.
La obra formada en tres actos por Cranko y presentada en esta oportunidad, tiene otro matiz, si pensamos, además, que el rol de Julieta fuera gestado para una de las grandes figuras de la danza como Marcia Hayde, exdirectora del Ballet de Santiago y que en esta oportunidad, fuera ella misma la Coach invitada a colaborar en la reposición.
Asistimos a la función de estreno realizada el pasado miércoles 19 de abril, donde en los roles principales estuvieron a cargo de Ludmila Pagliero (étoile) Estrella de la Ópera de París y Emmanuel Vázquez, primer bailarín de la compañía. La pieza musical de Sergei Prokofiev estuvo a cargo de la Orquesta Filarmónica de Santiago, bajo la dirección del maestro Pedro-Pablo Prudencio, además de la escenografía y vestuario de Elisabeth Dalton y la iluminación: Ricardo Castro.
Si seguimos numerando detalles especiales, hay que nombrar, sin dudar, que contar con Ludmila Pagliero en el rol protagónico, lo hace simplemente exquisito. Ella, que inició su carrera profesional en el Ballet de Santiago, bajo la dirección de Juan Bustamante y con tan solo 15 años, hoy regresa siendo la primera étoile latinoamericana en la historia y no formada bajo la escuela francesa de una de las compañías más importantes como es la Ópera de París.
De brazos gráciles, hermosos arabesques, linda línea de pies, segura y de gran dimensión técnica, con una capacidad de entrega en el personaje que solo provoca admiración y aplausos.
Emmanuel, por su parte, de bella figura, demuestra que es un gran partenaire, logrando que su compañera simplemente brille, y en el desarrollo de la obra dar riendas sueltas a su gran técnica y capacidad de entrega. Como curiosidad, las dificultades de su oficio las desarrolla para el lado izquierdo, ejemplo: el doble tour an l’air, y en las partes donde realiza este movimiento junto a otros bailarines que generalmente son diestros se hace notoria esta diferencia.
La compañía se muestra de gran calidad técnica y cómoda en el trabajo, sobresaliendo las damas sobre los varones, como detalle, en el tercer acto, tercera escena, en el cuadro de las ocho damas con flores, al finalizar el cuadro, una de las bailarinas, rompió la figura bajando del arabesco antes de tiempo, dejando este detalle en el recuerdo.
Quiero dejar claro, estoy hablando de sutilezas de extrema fijación al criticar o comentar una obra, lo que señalo no hace que la obra pierda merito, al contrario, estoy visualizando algo que rompió lo impecable del desarrollo de la compañía en la ocupación.