Música
07 de Junio, 2025

Rodolfo Saglimbeni: una sentida partida…

Por Jaime Torres Gómez

Profundo impacto ha provocado la temprana partida del maestro Rodolfo Saglimbeni (62), sin duda un referente de la dirección orquestal en Latinoamérica.

El vasto legado de Saglimbeni como director y docente, y ante todo, de su reconocida bonhomía, no ha dejado indiferente al medio artístico en su conjunto.

Con una privilegiada formación desde su natal Venezuela y luego perfeccionada en la prestigiosa Royal Academy of Music de Londres, fue un fiel exponente como músico integrante y luego director de agrupaciones del Sistema de Orquestas Juveniles de Venezuela creado por José Antonio Abreu, amén de importantes reconocimientos en concursos de dirección orquestal, habiendo proyectado su carrera desde su país, obedeciendo así a una genuina vocación por colaborar al desarrollo de los organismos orquestales latinoamericanos

Titular y fundador de varias orquestas sudamericanas, destacables son sus reconocidas vinculaciones con la Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho (Venezuela), de la que fue su fundador, como la Sinfónica Municipal de Caracas, con más de 20 años de vinculación hasta hoy… , la Sinfónica de la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, y desde el año 2019 como maestro titular de la Sinfónica Nacional de Chile, también hasta el momento de su fallecimiento…, amén de estrechas colaboraciones como Principal Director Invitado de la prestigiosa Sinfónica Nacional de Colombia, y asiduas presentaciones como invitado en las principales orquestas de Argentina y toda Latinoamérica, como varias europeas y norteamericanas.

Su solidez de cátedra más su gran capacidad de gestión, lo llevó a ser Director Artístico por varios años del importante Teatro Teresa Carreño de Caracas, organizando todas sus temporadas de música, ópera y ballet. A la vez, de gran reconocimiento ha sido su labor formativa tanto en Venezuela como en la Royal Academy of Music de Londres, siendo sus discípulos importantes directores de la escena internacional.

En lo humano, su cercanía con los músicos y al público, más su gran ética profesional, han sido valores transversalmente reconocidos, plasmados con genuinas demostraciones de afecto en las dos orquestas de las que aún ejercía de titular, asimismo con importantes reconocimientos de colegas directores tras su partida…  

Su relación con Chile data desde 1999 al ganar el Concurso para Directores de Orquesta Latinoamericanos organizado por la Sinfónica Nacional, y continuando con una asidua colaboración hasta llegar a ser, por aclamación de los músicos, su Maestro Titular en el año 2019.

Su trabajo como titular en Chile ha sido de los más brillantes que se tenga recuerdo en cuanto su completa dedicación a la Sinfónica, especialmente su inestimable acompañamiento en los críticos momentos pandemiales, siendo clave su trabajo para recuperar el nivel histórico luego de una prolongada reclusión global, y posteriormente organizando importantes temporadas oficiales, con gravitantes estrenos e invitando a excelentes directores y solistas internacionales.        

Pero el aporte en Chile de Saglimbeni no sólo se circunscribió a la Sinfónica Nacional, destacándose sus sólidas presentaciones como invitado junto a la Orquesta de Cámara de Chile, Orquesta Clásica de la Universidad de Santiago, la Sinfónica Nacional Juvenil, y la Orquesta y Coro de la Universidad Católica de Chile, asimismo en regiones con orquestas como la Sinfónica de la Universidad de Concepción, y las Sinfónicas de Antofagasta y Temuco.  

De vasto repertorio, de imborrable recuerdo serán sus notables interpretaciones de Haydn, Mozart, Beethoven, Mendelssohn, Tchaikovsky y Mahler, más compositores contemporáneos como Stravinsky, Prokofiev, Sofía Gubaidulina, Witol Lutoslawsky, más la música de compositores latinoamericanos y chilenos en particular.

En suma, una muy sentida y prematura partida de un maestro de gran altura, dejando un alto referente, y ameritando la presente coyuntura una extrema ponderación en la búsqueda de sus sucesores en las orquestas que aún fungía de titular. Que en Paz Descanse, apreciado Maestro…