Cine
26 de Diciembre, 2025

Los 400 Golpes

Por Álvaro Inostroza Bidart

Hay películas que marcan una época en el cine y “Los 400 Golpes” (1959), dirigida, escrita y producida por el francés Francois Truffaut (1932-1984) es una de ellas. Y por varias razones.

La primera es que con esta cinta se inicia el movimiento del cine francés conocido como Nouvelle Vague o Nueva Ola; en el cual participaron importantes cineastas como Jean Luc Godard, Claude Chabrol, Eric Rohmer, Alain Resnais, Jacques Rivette; y que será fuente de inspiración para directores como Woody Allen, Wim Wenders o Werner Herzog, por citar solo algunos.

De hecho, la otra película fundacional del movimiento, “Sin Aliento”, de Godard, fue estrenada al año siguiente; cuando ya “Los 400 Golpes” se había hecha famosa y había ganado una cantidad notable de premios en festivales. ¿Y qué elementos definen a la Nueva Ola y qué están presentes en esta cinta?

Principalmente, una posición crítica al academicismo y a los convencionalismos del cine francés anterior; y una mirada más cercana, realista y personal; lo que el propio Truffaut llamó cine de autor; y que el gran teórico de la Nueva Ola, André Bazin (1918-1958), recogerá en sus libros sobre cine y como editor en la revista Cahiers du Cinema, de la cual Truffaut sería crítico de cine. No por nada “Los 400 Golpes” está dedicada a Bazin, gran mentor de Truffaut, y que había fallecido el año anterior de su estreno.

En el caso específico de “Los 400 Golpes”, define algunos de los elementos de estilo que se repetirán en toda la obra de Truffaut. Especialmente el tratamiento del tema de la infancia y la adolescencia (muchas veces con aspectos autobiográficos), la preocupación por los desamparados y una crítica social e histórica, rescatando personajes marginales y desadaptados de la literatura y de la sociedad francesa.

Por otro lado, con este filme, Truffaut inaugura una serie de películas con el personaje Antoine Doinel (Jean Pierre Leaud), especie de alter ego de sí mismo, que le servirá para enfrentar fantasmas personales de su propia juventud. Luego, vendrán un episodio de “El Amor a los veinte años” (1962), “Besos Robados” (1968), “Domicilio Conyugal” (1970) y “El Amor en Fuga” (1979), con Doinel como protagonista y siempre con el mismo actor, con el cual muchas veces lo confundieron.

Truffaut, que falleció a los 52 años, realizó de todos modos una prolífica carrera como cineasta, con cintas personales, de gran originalidad, pero con rasgos de melancolía y ternura mucho mayor que los directores más vanguardistas del movimiento, como Godard y Resnais; el primero de los cuales se alejó paulatinamente de Truffaut, a pesar de que comenzaron trabajando juntos en los años 60.

Entre las otras cintas destacadas de Truffaut no podemos olvidar “Disparen sobre el Pianista” (1960), “Jules et Jim” (1962), “Fahrenheit 451” (1966), “El Pequeño Salvaje” (1970), “Las Dos Inglesas y el Continente” (1971), “La Noche Americana” (1973), “La Historia de Adele H” (1975), “La Piel Dura” (1976), “La Habitación Verde” (1878), “El Ultimo Metro” (1980) y “La Mujer de al Lado” (1981), entre otras.

En “Los 400 Golpes”, Truffaut demuestra una maestría inusual para una ópera prima. No sólo por el personaje maravilloso de Doinel; sino también por los secundarios que lo rodean y lo configuran en su terrible infancia: el maltratador profesor de francés (Guy Decomble), su indiferente madre (Claire Maurier), su descomprometido padrastro (Albert Remy); que ayudan a explicar las ansias de libertad y de rebeldía constante de este Doinel, espejo de Truffaut, que sólo encuentra refugio en la amistad, encarnada en su compinche René (Patrick Auffay), con quien se fuga una y otra vez de la verdadera prisión que es su colegio.