Lo Mejor de 2017 en Danza
Premiación lunes 8 de enero de 2018
Montaje Internacional, “Blangeneige”, de Angelin preljocaj, presentado en el Municipal de Santiago en el marco de Santiago a Mil 2017
Teniendo como base la técnica académica, esta coreografía logra adentrarse en la danza contemporánea incluyendo hasta una coreografía aérea. Preljocaj narra el cuento clásico de manera clara pero es capaz de explorar capas más profundas, teñidas de erotismo y algunos defectos humanos como el ansia de poder y la vanidad.
Montaje internacional, “Caravaggio”, que fue parte de la Gala de Teatro Oriente
Parte de una muy lucida Gala Internacional de Ballet, que reunió a primeros bailarines y solistas de ocho compañías de Estados Unidos, Italia, Argentina, México, Uruguay y Chile, destacó el pas de deux de “Caravaggio”. Coreografía de Mauro Bigonzetti y música de Bruno Moretti , basada en obras de Claudio Monteverdi e interpretado por Vittoria Valerio y Claudio Coviello, primeras figuras del Teatro Scala de Milán, ofrecieron un encuentro con una danza que, fusionando lo clásico con lo moderno y dominada por una extrema pureza y sencillez, fue capaz de atrapar por su elevada inspiración e intensidad arrebatadora.
Montaje Nacional de Danza es para “MALEN”, de Ricardo Curaqueo
Creación que explora en lo que significa ser mapuche en la actualidad, desde la vivencia de un grupo de 14 mujeres, y en sobre cómo se construye identidad desde el cuerpo. El montaje destaca por la manera en que emplea el lenguaje de la danza contemporánea para releer y recrear ritos y tradiciones del pueblo mapuche y generar una atmósfera envolvente para el espectador. Se trata además de la primera creación coreográfica del bailarín Ricardo Curaqueo, quien realizó un extenso y riguroso trabajo de investigación junto al grupo de intérpretes provenientes de distintos ámbitos.
El comité de Danza ha decidido premiar a Luis Ortigoza por su versión de “Raymonda”
Este es un trabajo que revela la madurez que ha alcanzado Luis Ortigoza en el campo de la creación. Su coreografía le otorgó un nuevo aire a un trabajo que con el transcurso del tiempo había perdido vitalidad, fue audaz al acortar una partitura bastante extensa y, además, le otorgó al cuerpo masculino una importancia que carecía en el original, al tiempo que enriqueció los solos con interesantes y a la vez desafiantes variaciones. En el caso de los pas de deux agregó expresión y vitalidad.
