Cine
21 de Noviembre, 2025

Frankestein

Por Álvaro Inostroza Bidart

Hay directores que tienen la capacidad de reinventar historias clásicas, aunque hayan sido llevadas muchas veces a la pantalla grande; y cautivar nuevamente al público, a la crítica y al mundo del cine.

El mexicano Guillermo del Toro es uno de ellos. Su última cinta, “Frankenstein” (2025), dirigida, escrita y producida por él, está basada en la novela “Frankenstein o El Moderno Prometeo” de la autora británica Mary Shelley, publicada originalmente en 1818. Este libro ha sido llevado al cine por lo menos treinta veces, pero la versión de Del Toro tiene elementos que la hacen única y una experiencia cautivadora.

Del Toro, de 61 años, comenzó su carrera como director a comienzos de los ’90, pero solo con “El Espinazo del diablo” (2001) se hizo conocido por las que son sus marcas de estilo, los ambientes oscuros y góticos, y las historias alegóricas o fábulas, que reflejan y recrean las luces y sombras de la especie humana. En ese sentido, sus cintas más destacadas son también “El Laberinto del Fauno” (2006), “La Cumbre Escarlata” (2015), “La Forma del Agua” (2017) y “El Callejón de las Almas Perdidas” (2021).

En “Frankenstein”, el científico con este apellido y de nombre Víctor (Oscar Isaac) es ambicioso y soberbio. Pretende descubrir el secreto de la inmortalidad, intentando armar una nueva criatura (Jacob Elordi), a partir de órganos en buen estado de muertos que nadie reclama y dotándolos de vida concentrando la energía de un rayo; lo cual consigue finalmente, creando un ser que, en muchos aspectos es más humano que el propio médico, que lo define como un monstruo. La única que logra verlo como corresponde, es su cuñada, Elizabeth (Mia Goth), que siente por él una romántica ternura. La frialdad de Víctor se justifica en la cinta por la personalidad autoritaria de su padre, el cirujano Leopold (Charles Dance), que lo marcará de por vida, pero no inexorablemente.

Aparte de la bien construida fábula en torno a la paternidad, tanto en la relación de Víctor con su padre, como de Víctor con su “hijo”; la cinta cautiva por su construcción visual y narrativa, para dar cuenta de la persecución que realiza la criatura tras su creador, primero para vengarse, luego pedirle una compañera y finalmente para perdonarlo.