Música
04 de Octubre, 2023

“Festivalazo” musical…

Por Jaime Torres Gómez

La continuidad de actividades de la Sinfónica Nacional casi no ha parado…, con una permanente producción no sólo en su sede del Teatro de la Universidad de Chile, expandiéndose (en Santiago) al Teatro Municipal de Las Condes, como parte de un exitoso convenio entre ambas instituciones.

Anteriormente se ha hecho referencia a la creciente fidelización del público de Las Condes, producto de una debida dosificación programática, redundando en una gradual formación del mismo, amén de las inmejorables facilidades de acceso, tanto en lo económico como a su privilegiado emplazamiento.

Denominado “Festival del Clarinete”, el reciente programa de la Sinfónica en el Municipal lascondino contempló obras muy tradicionales, como el Concierto para Clarinete de W.A. Mozart, junto a la Obertura de la ópera “Las Bodas de Fígaro, del mismo Mozart, y la Sinfonía N° 2 de J. Brahms.

Dirigida por su titularRodolfo Saglimbeni, nuevamente la decana agrupación dio muestras de su buen nivel, realzándose más ante los autorizados requerimientos de la batuta más la presencia de una reconocida figura internacional como solista.   

A priori, a diferencia de anteriores presentaciones de la Sinfónica en este espacio, felizmente en esta oportunidad existió una sustancial mejora en la aplicación del Sistema Constellation, como amplificación de apoyo, no distorsionándose la sonoridad propia de la orquesta.    

En la primera parte, con un binomio de obras mozartianas, al comienzo si bien se dio un anodino enfoque de la Obertura de Las Bodas de Fígaro -con tempi quizás muy reposados más grueso espesor sonoro-, empero, hubo buen ajuste general.

Seguidamente, haciendo gala al carácter “festivalero” a la denominación del programa…, una triunfal versión del extraordinario Concierto para Clarinete del genio de Salzburgo. Gran cometido del destacado clarinetista francés Florent Héau, ofreciendo una de las versiones más entrañables en décadas presenciadas localmente.  

Con inapelable autoridad, Héau desentraña con profundidad y sin efectismo la trama interna de esta obra, compuesta poco antes de morir y de cautivantes claroscuros. Con homogénea línea e innegable belleza tímbrica, el fabuloso clarinetista desplegó una galería de fraseos, matices y acentos de pleno sentido interno, más notable sentido del todo. Y Saglimbeni, absolutamente colaborador y en plena comunión artística con el autorizado solista. Gran calidad de sonido y ensamble de los sinfónicos. 

Luego de algunos años ausente en la Sinfónica, finalizó con una notable versión de la Segunda Sinfonía de J. Brahms, obra siempre bienvenida. A diferencia de las otras sinfonías brahmsianas, se trata de un paréntesis en carácter, más bien asociado a lo “bucólico” (tal como en la Sinfonía Pastoral beethoveniana). De atrapantes contrastes (con visos dialécticos), con motivos de dramáticos tintes y otros de tierna amabilidad, finalmente prima un aura de jubiloso espíritu. 

Gran lectura de Saglimbeni, de absoluta coherencia expositiva global y pletórica en matices, hermosos fraseos, transparencias y gran progresividad expresiva. Gran respuesta de los sinfónicos, traducido en un triunfo artístico inapelable, y debidamente justripreciado por el numeroso público asistente.

 En suma, una presentación no sólo radicada en un festival del clarinete, sino de un verdadero “festivalazo musical”…