Danza
23 de Agosto, 2022

“Animal Print”, una obra que nos invita a no discriminar

Por César Sepúlveda V.

Hasta el 3 de septiembre, se presenta en Matucana 100 la compañía Danza Jam comandada por Jeniffer Alegría, con la obra para la familia “Animal Print”, pieza con una duración de 40 minutos y en exhibición solo los sábados y domingos a las 16:00 horas, en el espacio La Huerta del Centro Cultural.

La obra comienza pidiendo los dibujos y cartas que realizan los niños antes de la función y que son introducidos a un buzón para ser exhibidos al final de la obra. Entre estos puntos se presentan diferentes animales mitológicos con una canción y coreografía, que cuenta quiénes son y cuál es su problemática de Bullying. Al finalizar la obra, los niños son invitados al escenario a sacarse fotos con los personajes y leer o ver las cartas que se cuelgan sobre hilos de colores en un gran bastidor.

“Animal Print” pretende entregar, en un trabajo coreográfico, musical y de diálogos, un mensaje en contra del bullying de género y las diferencias entre las personas. Con este fin, recurre a diferentes seres míticos, como el ave fénix (César Cisternas), enérgico y colorido, que invita a no tener miedo a las diferencias; la dragona (Macarena Olavarría), que es femenina, pero por razones culturales siempre es nombrada en términos masculinos, insta al espectador a no encasillar a las personas; la esfinge (Rodrigo Jorquera) para quien cantan: “Me expreso divertido, con vestido o pantalón, me acicalo como quiero, porque yo no tengo peros”, y nos llama a ser lo que queramos y la serpiente emplumada (Daniella Soto), que se arrastra o vuela, nos guía a transitar y no ser catalogada bajo una sola definición. Por su parte, Jenniffer interpreta a la sirena y el unicornio es Francisco Bagnara, que cantan y hacen las voces, llevándose gran parte del peso de la obra.

También participa Sebastián Pradenas (Fauno) en la música, con temas divertidos que van desde conocidos reguetones a canciones de aire pop, donde cada personaje tiene una canción que se puede cantar gracias a la entrega de un código QR antes de la obra que se puede descargar. Por su parte, el vestuario de Daniel Bagnara se ve acertado, colorido, alegre y funciona muy bien en un espacio abierto y sin luz artificial.

En resumen: Asistimos a la función del domingo 21 de agosto, con un público que rondaba las 50 personas. Iba a presenciar la obra “Animal Print” con ciertas aprehensiones propias de los prejuicios, sobre qué podría ver en la pieza. Aunque está pensada para niños, toca ciertas temáticas que para más de algún adulto pueden ser temerarias, producto de la ignorancia y juicios valóricos, lo que provocaba ciertas dudas, pero también curiosidades. Sin embargo, el resultado es exquisito y entretenido, con altura de miras. A juzgar por la reacción de los niños presentes ese día de función, puedo afirmar que estas preocupaciones son propias de los adultos, ya que para los más pequeños los personajes, coloridos y alegres canciones son parte de lo que merecen y esperan. Totalmente recomendable.