Danza
21 de Enero, 2023

“4 Heridas”: Una pieza potente en su discurso

Por César Sepúlveda

Dentro de la programación del 30° Festival Internacional Teatro a Mil, se presentó en Matucana 100, la obra de danza contemporánea chileno-mexicana “4 Heridas”, creación entre Proyecto de Experimentación Coreográfica (PEC), plataforma para el intercambio de epistemologías enfocadas a la danza escénica e Insight Movement, proyecto que promueve el desarrollo profesional desde talleres de entrenamiento continuo, asesoría de proyectos culturales y trabajos de creación escénica.

Las funciones de la obra fueron entre el 8 y 10 de enero. Por nuestra parte asistimos a la función del martes 10 y última a fecha de presentación de la pieza.

Como es de costumbre y gracias a la percepción del público sobre el Festival Teatro a Mil, la sala se encontraba con todas sus butacas ocupadas, lo que hace grato darse cuenta, sobre el interés por asistir a eventos de artes escénicas y más si es de danza. 

La pieza unipersonal de Rebeca Portillo Flores, y bajo la dirección de Bernardo Orellana, pretende levantar la voz feminista y dar luces de las diferencias históricas de la posición de la mujer dentro de la sociedad, además de contar su propia historia. Todo amalgamado en un discurso dancístico y de oratoria que da cuenta de ello, al mismo tiempo del virtuosismo casi acrobático de la intérprete, logrando una pieza inteligente, de no más de 40 minutos y suficiente en el tiempo para una obra unipersonal, en la cual consigue sensibilidades y emociones que dan visibilidad gratamente al propósito final.

Cuando el público entra a la sala, se encuentra en la boca izquierda del espacio con una pequeña zona rectangular perfectamente delimitada donde se localiza un metrónomo. Ella aparece desde el aforo enfrentando al público, mientras al mismo tiempo, se van iluminando dos zonas pequeñas en el que se encuentra un cinturón que se convierte en su verdugo con su manipulación y parte de su vestuario. 

En la primera parte, los cuadros se van desarrollando en la boca del espacio, lo que logra una cercanía con el público y que su verdad sea escuchada, y claro que lo logra, ella es potente figura sobre el escenario, dominio, entrega, y una belleza casi animal que vomita esa rabia en el discurso.

Luego se van dando nuevos espacios escénicos con cada una de las 4 heridas, logrando utilizar todo el escenario, que gracias a la iluminación de Gonzalo Muñoz, es creativa e interesante de apreciar, el cómo se transforman las zonas. Si bien parten siendo pequeños y delimitados, al transcurrir el viaje se van ampliando. Además, que es la misma intérprete que los va transformando con unos focos manipulables. 

La música de la obra es de Alejandro Preisser, más la canción 4 heridas de Camila Moreno, Además del cronómetro constante que resuena marcado el tiempo, como que quisiera decir, que ya es período de terminar con esta rutina de desestimación. Que ya es hora de que yo mujer, levante la voz y sea escuchada, sea quien decidida sobre mi naturaleza, mi cuerpo, mi pensamiento, mi historia pasada, presente y futura.